Castillo monasterio de Poblet, Tarragona

El Real Monasterio de Santa María de Poblet, también conocido como el Monasterio de Poblet, es el ejemplo perfecto de una abadía cisterciense española.

Localizado en la comarca de la Cuenca de Barberá, en el término municipal de Vimbodí y Poblet, en Tarragona (España), el primer cenobio fue impulsado por Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona.
En el año 1149, el conde entregó el cenobio a los monjes bernardos de la abadía de Fontfroide.
Además, el cenobio fue el panteón real de la Corona de Aragón desde finales del siglo XIV hasta la extinción de la casa real de Aragón en el siglo XV.

Visita Castillo monasterio de Poblet

El Monasterio de Santa María de Poblet fue enriquecido con donaciones durante el siglo XIV, alcanzando su máximo esplendor. Sin embargo, en 1835, como resultado de la desamortización de Mendizábal, el monasterio cayó en decadencia y fue abandonado. En 1930 comenzó su restauración, y en 1935 la iglesia fue devuelta al culto. En 1940, algunos monjes regresaron a la abadía. No todos los espacios son accesibles al público, ya que algunas dependencias son utilizadas por los cistercienses que ahora ocupan el monasterio.

En 1991, la Unesco declaró a Poblet como Patrimonio de la Humanidad. Esto significa que Poblet se une a otros cuatro monasterios españoles que también disfrutan de este título: Guadalupe, El Escorial, San Millán de Yuso y San Millán de Suso.

El nombre de Poblet proviene del latín populetum, que significa alameda. Esta zona es muy rica en vegetación y árboles de álamo, lo que llevó a que en 1984 fuera declarada Paraje Natural de Interés Nacional. Esta área cuenta con 2100 hectáreas y 50 fuentes naturales.

El conde de Barcelona Ramón Berenguer IV donó las tierras de Populetum a la abadía francesa de Fontfroide (o Fontfreda) alrededor del año 1150. Estas tierras se encontraban en la Cuenca de Barberá, cerca de Espluga de Francolí, con las montañas de Prades como fondo. El lugar era perfecto para la fundación de un monasterio, ya que estaba aislado, con agua abundante y un entorno amplio para la agricultura.

Hace casi 900 años, el abad Guerau fundó el monasterio de Poblet. Esto hizo que el número de grandes abadías cistercienses aumentara a cuatro: Claraval, La Gran Selva, Fontfreda y Poblet. Los vizcondes de Cardona hicieron una donación dos años antes, en 1151. Durante los siglos siguientes, reyes y familias nobles hicieron donaciones para ayudar con la construcción y el acabado de las dependencias del claustro y la iglesia. Un testamento de 1184 menciona que el templo aún estaba en obras, y un documento del mismo año se refiere a un donativo del rey para las luminarias del altar de Santa María, lo que sugiere que al menos el presbiterio ya estaba en uso.

En 1340, Pedro el Ceremonioso ordenó la creación del Panteón Real y Nobiliario. Esta tumba llegó a contener hasta 16 cuerpos.

Para ser enterrado en este lugar, se requerían donaciones importantes, como tierras, hombres y dinero. Además, se construyeron capillas privadas, como las de Urgel y Argensola.

Los linajes más importantes de Cataluña se encargaron de cuidar el monasterio. Entre ellos se encontraban los Condes de Urgel, Cervera, Cardona, Puigvert y Boixadors.

El Monasterio de Poblet fue fundado bajo la protección y el patrocinio de los reyes. Sin embargo, con la extinción de la Casa Real de Aragón, comenzó su gran decadencia.

Durante el Renacimiento, el abad Caixal contrató al escultor Damián Forment para realizar el retablo de la capilla mayor en piedra (1526-1531). Esta obra fue excepcional, pero su coste fue tan alto que provocó la sublevación de los monjes contra el abad.

Como resultado, el abad fue condenado a reclusión perpetua por «dilapidación y falta de observancia».

Con esto hemos llegado al final de nuestro recorrido conocemos el castillo monasterio de Poblet. Vamos, disfruta de la espléndida vista que ofrece este lugar histórico. ¡Hasta la próxima visita!