Muralla de Plasencia, Plasencia

La muralla de Plasencia es una antigua fortificación militar que rodea el centro histórico de la ciudad de Plasencia, ubicada en la provincia de Cáceres, en la región de Extremadura, España.

A finales del siglo XII, Alfonso VIII de Castilla construyó la ciudad de Toledo con el objetivo de defender sus fronteras meridionales con los territorios andalusíes y occidentales con el reino de León. Durante los períodos del Renacimiento y Barroco, se realizaron innovaciones artísticas en sus puertas de acceso. Sin embargo, el resto de la muralla se ha conservado casi intacta desde sus orígenes. Actualmente, la muralla rodea el recinto intramuros y controla el acceso a él.

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A finales del siglo XII, Alfonso VIII de Castilla conquistó un pequeño asentamiento andalusí y lo convirtió en la ciudad de Plasencia. Esto fue para defender sus fronteras meridionales y occidentales. Abu Yaqub Yusuf al-Mansur reconquistó el centro-este de Extremadura en 1195, llegando a Plasencia, cuyas murallas todavía no estaban terminadas. Alfonso VIII reconquistó la ciudad en 1197 y hizo de la construcción de la muralla una de sus principales prioridades. Se logró completar la edificación en nueve meses con el esfuerzo de diez mil hombres.

Con el paso del tiempo, las murallas dejaron de tener su uso original como elemento estratégico, ya que la Corona de Castilla se unificó y la frontera cristiana se extendió hacia el sur. Sin embargo, siguieron siendo usadas como una forma de defensa. Durante el Renacimiento, algunas puertas fueron reformadas para darles un nuevo aspecto, como la puerta del Sol y la puerta de Berrozanas. En el siglo XVIII, la puerta de Trujillo fue reformada con un estilo barroco, convirtiéndose en el actual Cañón de la Salud. Al final del siglo XIX, algunas partes de la muralla fueron derribadas para mejorar la calidad del aire dentro de los muros.

La ciudad de Plasencia fue fundada como una ciudad militar y de repoblación, lo que significa que su muralla fue diseñada para ser un gran espacio que podía albergar a los habitantes de la ciudad, sus animales y sus pertenencias en caso de una emergencia.

Debido a la cantidad de fragmentos de la muralla que se han perdido, no podemos ser muy precisos, pero podemos decir que el área que cubría el recinto amurallado era de alrededor de 26,33 hectáreas y su perímetro de 2,39 kilómetros.

Alfonso VIII tenía el objetivo de convertir Plasencia en una ciudad-fortaleza que pudiera resistir a los musulmanes y leoneses. Por eso, construyó una muralla con una parte alta y gruesa, y una barbacana exterior más baja, separadas por un foso. El río Jerte también ayudaba a la defensa de la ciudad, ya que rodeaba gran parte de ella.

Los muros estaban reforzados con una serie de cubos. Estos eran torreones de planta semicircular y peraltados. No se sabe con exactitud cuántos cubos había en la muralla. Algunos autores dicen que eran más de 70, más los de la zona del antiguo Alcázar. Hoy en día, quedan 26 cubos.

La mayoría de la muralla está hecha de mampostería. Esto significa que los bloques y sillarejos se extraen directamente de la obra. Estos bloques son irregulares y se unen con mortero de tierra y cal. Los espacios intermedios se rellenan con piedras pequeñas.

Con esta última mirada al fascinante pasado de la histórica Muralla de Plasencia, esperamos compartir una fascinante clase de historia para todos. Saludamos al pueblo de Plasencia y a sus murallas. ¡Hasta la próxima!