Alcazaba de Mérida

La alcazaba árabe de Mérida es una de las fortificaciones musulmanas más antiguas de la península ibérica. Fue construida en el siglo IX en la ciudad de Mérida, España, cerca del famoso puente romano sobre el río Guadiana. Esta maravilla arquitectónica ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto Arqueológico de Mérida.

La Alcazaba de Mérida fue construida por Abderramán II en el año 835 d.C. como una fortaleza para controlar la ciudad. Esta fortificación musulmana es la más antigua que se conserva en la península ibérica.

Tiene un recinto cuadrado de 130 metros de lado, capaz de albergar un buen número de tropas. En su interior hay un aljibe, una cisterna subterránea de agua filtrada desde el cercano río Guadiana. Esta cisterna se accede por una doble escalera desde el piso bajo de una torre.

Dentro destacan las pilastras reaprovechadas de algún edificio visigodo. Estas pilastras tienen una decoración en relieve, con columnas en sus laterales y motivos vegetales que forman círculos alrededor de racimos y palmetas en sus frentes.

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La alcazaba tiene un perímetro casi cuadrado de unos 550 metros. Los muros tienen un grosor de 2,70 metros y una altura de 10 metros. Están hechos principalmente con sillares de granito reciclados de obras romanas y visigodas, con un relleno interior de tierra, piedras y argamasa. Originalmente, había una gran torre cuadrada en cada esquina del recinto (cuatro en el principal y dos en el alcazarejo), y veintidós pequeñas torres cuadradas a intervalos regulares o flanqueando las puertas.

Para entrar a la Alcazaba, se tenía que pasar por el Puente Romano. Había un pequeño recinto fortificado llamado «Alcazarejo» que controlaba el paso de personas y mercancías a la ciudad. Esto mantenía la Alcazaba completamente separada de la población civil. La entrada a la Alcazaba estaba flanqueada por dos torres, y sobre el arco de herradura se conserva una de las inscripciones fundacionales de la Alcazaba, que dice:

En 1230, los ejércitos cristianos recuperaron la zona de Mérida y los caballeros de la Orden de Santiago habilitaron varias dependencias en el ángulo norte de la alcazaba. Estas dependencias se convirtieron en la Casa de la Orden y Encomienda. Entre 1563 y 1600, se realizaron obras para acondicionar el lugar y convertirlo en la sede del Priorato de San Marcos de León. Esto incluyó la construcción de la iglesia y el claustro porticado con doble galería de arcos de medio punto sobre columnas. A finales del siglo pasado, todo el conjunto fue rehabilitado para servir como sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura.

La Alcazaba de Mérida es un lugar histórico con una ubicación estratégica. Se conservan restos de una doble calzada, el decumanus maximus de la ciudad y los cimientos de la puerta romana. También se han encontrado vestigios de la muralla fundacional de Augusta Emerita y restos de viviendas extramuros. Entre la muralla romana y la calzada hay restos de pequeñas dependencias, posiblemente tabernas romanas. Entre las dos calzadas hay los cimientos de una casa del siglo IV, con un patio porticado, termas y pavimento de mosaicos y placas de mármol.

En el muro árabe hay muchos bloques de granito usados en enterramientos romanos, llamados cupas. También hay muchas piedras visigodas por todo el lugar, especialmente cerca del convento santiguista. En uno de los muros exteriores se encontró una inscripción que hablaba de una iglesia visigoda dedicada a Santa María. Los documentos de la Orden de Santiago confirman que existía junto al aljibe. Hay construcciones más recientes como el cenador y el pórtico neogótico del siglo XIX, que reutilizan columnas visigodas.

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