El castillo de Corbera, ubicado en la provincia de Valencia, España, es una antigua fortaleza musulmana construida en el siglo XI sobre los restos de una estructura romana. Está situado en un promontorio desde el que se puede ver toda la Ribera Baja y la costa. El nombre Corbera significa «nido de cuervos».
Se trata de una fortaleza alargada. Estaba compuesta por un anillo exterior defensivo, conocido como albacar, dispuesto en forma de «cremallera». Los muros estaban construidos con tapial. Aún se conserva en uno de ellos una inscripción cúfica de alabanza a Alá. Más tarde, los muros fueron coronados por almenas de época cristiana. El recinto superior contenía las dependencias.
Actualmente, el acceso a la fortaleza se encuentra en buen estado. Está formado por un arco y una zona cubierta con una bóveda de cañón. La torre albarrana es de 16 metros de altura. El interior de la fortaleza ha perdido casi todas sus estructuras, pero se conserva el aljibe y uno de los frentes de la torre del homenaje. También se puede adivinar el patio de armas.
El castillo de Qurbáyra, de origen islámico, fue mencionado por primera vez por Ibn al-Jatib en 1229. Estaba ubicado cerca de Alzira y Cullera, formando parte de un sistema de defensa valenciano. Qurbáyra permaneció bajo el control musulmán hasta 1248, cuando fue conquistada por Jaime I.
Durante la Guerra de las Germanías, el Castillo tuvo un papel importante. En junio de 1521, los agermanados liderados por Joan Caro llegaron desde Alcira para asediar y ocupar la fortaleza, que estaba bajo el control de los guardias del rey Carlos I. Tras tomar el castillo, los agermanados lo abandonaron al final del mes debido a la presencia de las tropas realistas del virrey Diego Hurtado de Mendoza. El asedio destruyó el castillo por completo, y los intentos de reconstrucción de 1580 y 1597 no se llevaron a cabo. En 1640, el rey Felipe IV autorizó a los vecinos de Corbera a usar los materiales de las ruinas del castillo para construir la calle de Sant Vicent Mártir, lo que arruinó el castillo definitivamente.
Ha sido maravilloso contarles de la historia de este castillo. Sin duda, nos fascina la arquitectura y los detalles detrás de sus poderosos muros y las legendarias historias que lo rodean. Para concluir, disfrutemos todos del pasado, disfrutemos del presente y, finalmente, compartamos los valiosos legados que nos han dejado los castillos como el de Corbera. Que lo disfruten todos. ¡Hasta pronto!