El Castillo Cartuja de Vallparadís, ubicado en la localidad catalana de Tarrasa, cerca del torrente y parque de Vallparadís, es una antigua edificación que desde 1959 forma parte de las seis secciones del Museo de Tarrasa.
En 1944, el conjunto fue reconocido como una joya histórica y artística. Se le otorgó el título de Monumento Histórico Artístico, lo que significa que se considera una obra de arte y una parte importante de la historia. Esto significa que se preservará para las generaciones futuras, para que puedan disfrutar de su belleza y aprender de su historia.
Hace mucho tiempo, en 1110, Berenguer de Sanlà y su esposa Ermessendis compraron tierras al conde de Barcelona Ramón Berenguer III para construir su residencia señorial. Esta familia adoptó el apellido de Tarrasa hasta 1344. Ese año, Blanca de Centelles cedió el castillo a unos monjes cartujos de Escaladei y San Pol de Mar. Los monjes hicieron reformas importantes para convertir el castillo en un monasterio, como la creación de un claustro en el antiguo patio de armas, una sala capitular y una capilla.
La Cartuja de San Jaime de Vallparadís existió hasta 1413, cuando la comunidad se mudó a Tiana para establecer la nueva Cartuja de Montalegre. Ese mismo año, el lugar fue adquirido por los carmelitas del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. Más tarde, fue comprado por Jofre de Sentmenat en 1423. Los Sentmenat fueron los dueños de la región de Vallparadís hasta 1830, cuando el territorio pasó a formar parte del municipio de Tarrasa.
En 1852, la familia Maurí adquirió el antiguo castillo, que había sido convertido en una masía, y lo cedió al Ayuntamiento de la ciudad en 1947. El consistorio llevó a cabo una intensa campaña de restauración y reconstrucción del edificio, dirigida por el arquitecto Alexandre Ferrante y Miquel Vilarrubí i Casanovas como jefe de obra. Finalmente, en 1959 se abrió el Museo de Tarrasa en el castillo restaurado.
El castillo que vemos hoy en día conserva pocos restos del original. Está rodeado de un foso y tiene una gran torre central. La planta es rectangular y los muros tienen almenas. En los cuatro ángulos hay torres cuadradas y en el centro de los lados norte, sur y este hay tres medias torres.
Aún se conservan las transformaciones arquitectónicas que se hicieron para convertir el lugar en una cartuja. El claustro es una de las características más destacadas, con dos pisos: el inferior con aberturas irregulares y el superior con arcos apuntados y capiteles geométricos sin decorar. La antigua sala capitular está cubierta con una bóveda de crucería. La antigua iglesia del monasterio ahora se conoce como el Tinellet, con una cubierta plana sostenida por cuatro arcos apuntados diafragmáticos.
El Museo Municipal de Arte fue inaugurado en 1959. Cuenta con una exposición permanente y una sala de exposiciones donde se exhiben las colecciones del fondo. Estas colecciones están compuestas por piezas arqueológicas y artísticas de la ciudad, el término municipal y de la comarca.
Además, el museo conserva la colección de aparatos de radio de Eudald Aymerich, que fue donada a la ciudad en 1974. Esta colección es una de las principales atracciones del museo.
¡La nueva exposición permanente de 1994 está aquí! Está estructurada en diferentes ámbitos cronológicos. Esto significa que hay una sección para cada periodo de tiempo. Esto te permite ver cómo cambiaron las cosas a lo largo de los años. ¡Es una gran manera de ver la historia! Esta exposición te permite ver cómo la historia se ha desarrollado a lo largo del tiempo. ¡Es una experiencia única!
Esperamos que hayamos paseado por el fascinante Castillo cartuja de Vallparadis y que conozcas un poco mejor la historia y el maravilloso patio central, que la naturaleza te haya encantado, no te arrepentirás de haber visitado el Castillo. Despedimos con el deseo de que guardes un lindo recuerdo de esta experiencia. ¡Hasta luego!