El castillo de Íllora es una antigua fortaleza ubicada en la ciudad de Íllora, en la provincia de Granada, España. Esta fortaleza fue construida durante la época andalusí y se encuentra en la comunidad autónoma de Andalucía.
Los primeros dos recintos de la fortaleza de Alhambra fueron construidos antes de la llegada de los nazaríes, probablemente durante la época taifal.
Para reforzar la fortaleza, se construyó una muralla exterior en el tercer recinto durante el Reino Nazarí de Granada, a mediados del siglo XIV. Esto se debió a su ubicación estratégica para defender la Vega de Granada y su cercanía a la frontera con Jaén.
Finalmente, la cerca que rodeaba el barrio se construyó probablemente al final del siglo XIV.
Para mejorar la defensa del castillo de Íllora, construyeron varias atalayas para conectarlo visualmente con los sistemas de vigilancia del Castillo de Montefrío y con los del de Moclín. Las más destacadas de estas torres son la torre de Brácana y las atalayas de la Mesa y de la Gallina.
En junio de 1319, Pedro y Juan de Castilla se dirigían a Granada para atacarla. Primero, tomaron la villa de Íllora y su arrabal. Según la Crónica de Alfonso XI, si se hubieran quedado un día más, también habrían tomado el castillo. Sin embargo, Pedro no quiso quedarse más tiempo allí, ya que su objetivo era asediar Granada y tenerla cercada «hasta que la ganasen o morir sobre ella», según la Gran Crónica del mismo rey. Desafortunadamente, ambos infantes murieron en el Desastre de la Vega de Granada el 25 de junio de 1319.
Esta villa fortificada fue una vez una fortaleza y una comunidad. Estaba compuesta por tres recintos separados y un arrabal fortificado al oeste. Todos los recintos estaban rodeados de murallas. El castillo estaba en el recinto más alto, con muros y torres hechos de tapial y reforzados con mampostería. Algunos de los muros tenían almenas grandes. No queda ninguna construcción interior, excepto un gran aljibe de hormigón con tres naves y arcos de medio punto. También hay una estructura rectangular con muros de hormigón gruesos, pero su función no está clara.
El segundo recinto amurallado era mucho más grande que el primero, y se encontraba al este. Esta área estaba llena de estructuras que seguramente eran viviendas, pero ahora está abandonada y los restos están desdibujados. Esta área estaba separada del castillo y del exterior por murallas, que eran de tapial con revestimiento de mampostería.
El tercer recinto es bastante pequeño. Está definido por la muralla exterior del segundo recinto y por una nueva muralla de mampostería. Esta muralla tiene verdugadas de ripios y torres de plantas cuadradas y circulares.
Su principal función es servir de acceso a la villa fortificada. Esto se realiza a través de una puerta en recodo, hecha de tapial, que ha sido transformada al embutirse en ella otra puerta de mampostería con arco de ladrillo.
La solería de acceso y el camino entre muros es de empedrado, que parece ser posterior, posiblemente de época cristiana. El acceso desde el exterior hasta el recinto de la villa se realiza a través de un adarve, hasta una torre-puerta.
El último recinto se encuentra al oeste del castillo. Está rodeado por murallas de mampostería y cuenta con una torre de planta circular. Estas características coinciden con el arrabal mencionado en fuentes castellanas del siglo XV. Esto nos indica que se trata de un lugar antiguo.
Ha sido un verdadero placer haberle contado un poco acerca del Castillo de Íllora. Estamos seguros que ha sido una experiencia única para todos los que la han vivido. La esperanza es que la gente que no haya podido visitarlo personalmente algún día pueda disfrutar de esta mágica construcción. Si tienen la oportunidad de conocer el Castillo de Íllora, no se la pierdan. Así que buen viaje y descubran el Castillo de Íllora.