Castillo de la Triste Condesa, Arenas de San Pedro

El Castillo de Arenas de San Pedro, también conocido como el Castillo de la Triste Condesa, es una fortaleza de estilo gótico ubicada en el municipio español de Arenas de San Pedro, en la provincia de Ávila, Castilla y León. Está situado en el centro de la ciudad. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico el 4 de junio de 1931. Es uno de los símbolos más importantes de la villa de Arenas de San Pedro, y aparece en el escudo heráldico de la ciudad, aunque no se sabe si el castillo realmente sufrió los incendios a los que alude el lema de «Siempre incendiada y siempre fiel».

En el año 1400, el Condestable Ruy López Dávalos fue encargado por el Rey Enrique III de construir un castillo para representar su dominio sobre los territorios que habían sido entregados a Arenas tras obtener la carta de villazgo en 1393.

Inicialmente, el noble consideró la posibilidad de construir el castillo en el Colmenar, que ahora se conoce como Mombeltrán, debido a su mejor ubicación y comunicación con el paso del puerto del Pico.

Sin embargo, los habitantes de la villa se opusieron a la construcción, interpretando el castillo como un signo de opresión y provocación. Por lo tanto, el Condestable tuvo que optar por la alternativa de Arenas.

El castillo de Arenas no se encuentra en una zona elevada, sino en una de las partes más bajas de la villa. Esto pudo ser debido a una construcción apresurada y sin mucha planificación por parte del condestable, después de que Mombeltrán se negara a construirlo. Los habitantes de las villas y aldeas del señorío tuvieron que pagar impuestos para financiar la construcción del castillo, entre ellos La Adrada, el Colmenar, Candeleda, Castillo de Bayuela, Puebla de Naciados y Arenas. En 1422, el castillo parecía haberse completado, y Rodrigo Alonso Pimentel, segundo conde de Benavente, se hizo cargo del castillo tras el destierro de López Dávalos.

En 1430, el conde regaló el castillo como dote nupcial a su hija Juana Pimentel, cuando se casó con Álvaro de Luna. Álvaro fue una figura muy importante en aquella época, pero fue víctima de una conspiración de la nobleza castellana y fue decapitado en Valladolid el 2 de junio de 1453. Desde entonces, Juana fue conocida como «la Triste Condesa», el nombre con el que se conoce el castillo hoy en día. En 1460, María de Luna, hija de los anteriores, se casó en el castillo con Íñigo López de Mendoza, II duque del Infantado, para evitar su boda con Diego López Pacheco, el favorito del rey Enrique IV. Esto hizo que la fortaleza y la villa pasaran a formar parte del ducado del primero. En 1461, nació en el castillo don Diego Hurtado de Mendoza.

Durante los siglos XVI y XVII, el castillo seguía sirviendo a sus propósitos, a pesar de la ruina y el deterioro que sufrían los castillos de la época. Varias generaciones de los duques del Infantado vivieron allí. Al final del siglo XVIII, el castillo ya no era habitable. Durante el siglo XIX, la villa sufrió incendios durante la guerra de Independencia y la primera guerra carlista, aunque el castillo no parece haberse visto afectado. En 1849, se proyectó convertir el patio en una cárcel, y en 1812, se transformó en un cementerio, lo que provocó la protesta del propietario, el duque Don Pedro de Alcántara. En 1853, fue cedido al ayuntamiento de Arenas de San Pedro por Manuel Álvarez de Toledo, XII duque de Pastrana. En la década de 1960, se estudió convertirlo en un Parador de Turismo, pero el proyecto no se llevó a cabo. Desde los años 70 hasta la actualidad, se ha usado como espacio cultural para actividades al aire libre, como actuaciones de música, teatro y danza, proyecciones y conferencias. En 2007, la bióloga estadounidense Lynn Margulis inauguró las nuevas instalaciones del castillo, tras un proceso de rehabilitación. El adarve y el interior de la torre del homenaje fueron restaurados, y ahora están abiertos al público, albergando salas de exposiciones.

Este castillo del siglo XV es una mezcla de fortaleza militar y residencia palaciega. Está construido en granito y tiene una planta cuadrada de 51 metros de lado, con cuatro torres circulares de 16 metros de altura en cada esquina. El elemento más destacado es una torre rectangular de cuatro plantas junto a la entrada principal, con una altura de 26 metros. El patio de armas está rodeado de dependencias como cuadras, almacenes, cocinas y estancias de los servidores. Las puertas y ventanas son de arco apuntado, de medio punto y escarzano, así como matacanes. Fue descrito en 1900 por el arqueólogo e historiador Manuel Gómez-Moreno.

Que esta historia te lleve a reflexionar acerca de la importancia de hacer lo correcto y cuán preciadas son nuestros seres queridos. Que pases un excelente día.

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