El castillo de Monasterio es una antigua fortaleza construida en el siglo IX en una cresta rocosa sobre el municipio de Monasterio de Rodilla, en la provincia de Burgos. Esta maravillosa construcción ha sido declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España. Hoy en día, solo quedan ruinas de su perímetro y de la torre del homenaje. Desde la impresionante peña en la que se encuentra, se puede disfrutar de una espectacular vista de la comarca de La Bureba.
El conde Diego Porcelos se asentó en Burgos en el año 884. Para proteger los nuevos territorios, se construyó el castillo de Monasterio. Esta fortaleza formaba parte de una línea defensiva junto a otros castillos como el de Úrbel y el de Pancorbo, construido pocos años antes.
Por primera vez, el castillo de Monasterio de Rodilla aparece nombrado en un documento del año 1011.
En 1028, el conde García Sánchez de Castilla fue asesinado, lo que provocó que Castilla pasara a ser heredada por Sancho III el Mayor, rey de Navarra. Esto se debió al matrimonio de Sancho con la hermana de García, Mayor de Castilla. Cuando Sancho murió en 1035, su testamento cambió la frontera entre Castilla y Navarra, y La Bureba pasó a ser parte de Navarra.
Lope Fortunionis fue el señor de la fortaleza en 1048, cuando el rey García III, heredero de Sancho, gobernaba en Pamplona. Después de la batalla de Atapuerca en 1054, los navarros dejaron la fortaleza y la región volvió a ser parte de Castilla.
En el año 1170, Alfonso VIII regaló el castillo a Leonor Plantagenet como una señal de compromiso. En 1188, el castillo fue incluido en la dote de doña Berenguela. Durante el siglo XIV, el castillo pasó de mano en mano hasta que don Juan Fernández de Velasco lo adquirió en 1398, formando parte de las grandes propiedades de los Velasco. Sin embargo, debido a su escasa importancia estratégica, el castillo cambió de dueños con frecuencia a partir de ese siglo.
El castillo tenía una forma pentagonal que se ajustaba al contorno de la roca donde estaba construido. La torre de homenaje y la entrada principal estaban al norte. Al sur había una terraza amurallada que completaba el recinto.
Quedan pocas cosas de la antigua torre y los cimientos de su perímetro. En uno de los muros que aún se conservan, había una lápida con una inscripción en latín, pero fue robada y ahora no se sabe dónde está. Esta lápida formaba parte de un monumento funerario de la época romana antes de ser usada para construir el castillo. Los constructores aprovecharon los materiales de las ruinas de la antigua ciudad romana de Tritium Autrigonum. Afortunadamente, hay algunos vestigios gráficos de la lápida en la muralla gracias al Archivo Photo Club (ahora en el Archivo Provincial de Burgos).
Esta construcción es un testimonio de la historia de Castilla y de la arquitectura aragonesa a lo largo de los siglos. Además de conocer una de las mejores edificaciones de la región, esperamos que el presente artículo les haya permitido tener una mejor comprensión de la herencia que el Castillo de Monasterio de Rodilla ha dejado hasta nuestros tiempos. Desde aquí, les deseamos unas felices lecturas.