El castillo de Torredonjimeno, construido en la época de los almohades entre los siglos XI y XII, se encuentra en la ciudad de Torredonjimeno, en la provincia de Jaén, Andalucía.
El castillo de Torredonjimeno se encuentra en el lugar donde antiguamente había un caserío. Esto sucedió entre los siglos VIII y X, cuando era una alquería árabe. Allí se criaba ganado y se cultivaban las tierras fértiles regadas por el río Salado.
Durante el periodo entre el siglo XI y principios del siglo XIII, los árabes construyeron un castillo para proteger a los agricultores y ganaderos de la zona de los conflictos internos árabes y de la invasión de los ejércitos cristianos. Además, el castillo servía para controlar la ruta entre Yayyan (Jaén) y Tuss (Martos).
Tras el acuerdo de Las Navas de Tolosa, en el que al-Bayyasi cedió a Fernando III Martos, Torredonjimeno se convirtió en parte del territorio de la Orden de Calatrava. En el segundo tercio del siglo XIII, el antiguo castillo árabe fue transformado: su planta adquirió una forma rectangular, se colocaron torreones circulares en las esquinas y el acceso se dispuso a través de una barbacana.
Debido a las razzias llevadas a cabo por el rey nazarí Muhammad V en 1368, las defensas de Torredonjimeno se vieron reforzadas. Se construyó un recinto murado para proteger a la población, se mejoró la seguridad del castillo con un callejón interior y se construyó un foso en el lado este, el más débil defensivamente, que recibía agua del Salado a través de una mina subterránea y un muro colocado en forma de talud.
Hace más de 600 años, Torredonjimeno estaba protegida por una muralla. Hoy en día, podemos reconstruir la historia de la ciudad gracias a los nombres de sus calles y plazas, como Puerta de Córdoba, Postiguillo, Adarvejos, la Muralla, Puerta de Martos, la Cerca, Puerta de Jaén, etc.
Torredonjimeno fue capaz de defenderse de una nueva invasión de los ejércitos musulmanes en el año 1.471. Estos consiguieron muchos bienes y personas, incluyendo a dos hijas del alcaide del Castillo, Diego Fernández de Martos. Estas dos mujeres fueron llevadas a Granada y más tarde fueron reconocidas como las Santas Juana y María.
En 1526, Carlos V dio su aprobación para que se derribaran las murallas de Torredonjimeno. Las piedras de estas murallas se usaron para construir la iglesia de la Inmaculada Concepción de Santa María. Esta decisión fue tomada por el emperador para mejorar la ciudad.
La familia Guzmán decidió rehabilitar el castillo como residencia señorial. Le dieron dos patios y lo decoraron con motivos mudéjares, como los vegetales, geométricos y heráldicos.
Sin embargo, las torres fueron abandonadas y empezaron a deteriorarse.
Le agradecemos por leer esta historia acerca del Castillo de Torredonjimeno. ¡Esperamos que sea de su interés e inspire su viaje a la región de Jaén! ¡Buen viaje!