El castillo de Mur es una maravillosa muestra de la arquitectura civil del siglo XI. Está ubicado en el municipio español de Castell de Mur, en el Pallars Jussá de la provincia de Lérida. ¡Es una vista impresionante!
El pueblo castrense de Mur fue un lugar protegido desde hace mucho tiempo. Allí se encontraba la iglesia de Santa María de Mur.
Se trata de una antigua aldea, con una muralla ciclópea y muchos restos de suelos de habitación tallados en la roca. Estos fueron descubiertos durante las prospecciones arqueológicas realizadas en 1977.
El Castillo de Mur fue documentado por primera vez en el año 969 en un documento perdido. El Padre Villanueva lo mencionó en su Viaje literario a las Iglesias de España. En 1044, el conde Ramon III de Pallars y su esposa Ermesenda lo cedieron a un tal Bertrand Ato. Un año más tarde, lo cedieron a García Ezo y su esposa Ricards. Arnal Mir de Tost fue uno de los poseedores del castillo, quien en 1053 recibió quince onzas de oro de Barcelona a cambio de homenaje por los castillos de Mur, Llimiana y Montañana. Además, fue él quien tomó la iniciativa en la nueva organización territorial de la frontera.
Ramón IV de Pallars le dio el castillo como dote cuando se casó con Valença, hija del conde Arnal Mir de Tost, en 1055. Un año después, le vendió los castillos de Llimiana y Orcau por 242 onzas de oro. Después de la muerte de Ramón IV, el castillo y el territorio regresaron al conde del Pallars de acuerdo con su testamento, que fue heredado por su nieto.
A lo largo de los años, el territorio de los dominios se expandió y se construyeron nuevas fortalezas, como los castillos de Guardia, Estorm, Moror, l’Alzina y Puigcercós.
Después de que Arnal Mir de Tost falleciera, sus descendientes se encargaron de mantener el patrimonio que había dejado. Esto siguió en manos de los condes de Pallars hasta que llegó a la familia Mur, quienes disfrutaron de su mayor esplendor. Esta familia era la dueña de la baronía.
El Castillo de Mur es un símbolo de los castillos fronterizos de los condados catalanes. Está bien conservado y su arquitectura es impresionante.
Esta construcción es de estilo románico. Su diseño arquitectónico es sencillo y está formado por un perímetro amurallado con una sola puerta de entrada al sur. Mide 31 metros de largo y la muralla tiene un grosor de 1 metro. Su altura varía entre los 14 y los 18 metros. Está formado por un triángulo rectángulo un poco irregular debido a la roca en la que se encuentra, con los ángulos redondeados.
El extremo más estrecho del castillo está coronado por una cámara triangular de la misma altura que la muralla. Desde el exterior, parece una torre. Esta parte del castillo fue restaurada en 1986.
En el otro extremo, el más ancho, se encuentra la torre del homenaje. Es una magnífica torre redonda, exenta y ubicada en el sector este del castillo. Presenta un tipo de aparejo en la base, datado en el siglo X, y otro de sillar pequeño y regular en la parte superior, datado en el siglo XI.
Esta fue la historia que describía la imponente figura del Castillo de Mur en Austria. En él se guardan numerosos secretos de la historia que llevan a los visitantes de regreso en el tiempo una vez que se encuentren entre sus paredes. Definitivamente es un lugar lleno de magia que debe mercarse con el objetivo de comprender mejor la cultura Austriaca. Adiós y buen viaje.