El Castillo de Papiol, ubicado a sólo 10 minutos de Barcelona, es una joya arquitectónica que refleja una rica historia desde el siglo X. Construido originalmente para defender la comarca del Baix Llobregat contra las acometidas sarracenas, este castillo pre-románico se destaca por ser el único castillo "roquero" conservado en buen estado, edificado sobre roca calcárea de la era Terciaria. A lo largo de los siglos, ha sufrido diversas modificaciones, especialmente tras un fuerte terremoto en 1448 que destruyó gran parte de la estructura, aunque la planta baja y dos torres, una redonda y otra cuadrada, permanecieron en pie. Las restauraciones posteriores han dado al edificio su apariencia actual, con altas fachadas y ventanas en las plantas superiores. Históricamente, el Castillo del Papiol ha estado vinculado a personajes relevantes, como Ramón Berenguer III y diversos señores locales, y ha sido escenario de privilegios y derechos especiales, incluyendo la posesión de barcas para cruzar el río Llobregat y la potestad para nombrar alcaldes y ejercer justicia, incluso con pena capital. Además, se le atribuyen leyendas como la del trovador cuyo espíritu se dice que aún vaga por el castillo, enriqueciendo su patrimonio cultural. El castillo ofrece servicios variados que incluyen visitas guiadas, exposiciones, eventos culturales y corporativos, conferencias, ceremonias y rodajes, convirtiéndose en un espacio vivo que combina historia y cultura. Su localización en El Papiol, Barcelona, facilita el acceso a quienes deseen explorar este emblemático monumento dentro del contexto de los castillos de España. Aunque el Castillo del Papiol no se encuentra en Asturias, su relevancia en la historia y la arquitectura catalana lo convierte en un referente destacado para amantes de los castillos españoles.

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